domingo, 20 de noviembre de 2011

La enseñanza del tiempo


La vida es como las mujeres, enigmáticas, impredecibles, observadoras, detallistas, cariñosas y tolerantes.
Hay que saber aprender a conquistarla, como un alpinista a una montaña.
También son como los arboles. hay que saber lo que se requiere, hay que nutrirlo, se debe aprecia, puesto que su desarrollo  son tus logros.
se debe estar pendiente de los problemas, puesto que son como las plagas. llegan cuando menos los esperas y si no se les presta su debida atención, sacarlos de tu árbol requerirá esfuerzo adicional.
Cada rama, cada centímetro, cada hoja, es producto de saber soportar las constantes adversidades como el otoño y el invierno.
Los amigos son como las aves, pueden hacer de ti un gran nido donde encontrar lo necesario y saber que tienes lo necesario y reconocen tu esfuerzo, conociendo a si mismo tu progreso y además ver la relación y necesidad del uno en el otro.
Ellos algunas veces emigraran, pero hay algo que dejaran en ti y tu en ellos, puede que regresen, también puede que hallen mas arboles, pero eso solo la vida lo sabrá.
Pero lo maravilloso de esto no es el logro en si mismo la razón de la felicidad alcanzada, si no los dones fruto de la perseverancia, de no dejarse corromper y caer. siempre con las ganas de  querer salir adelante.
Estos frutos se llaman Sabiduría, templanza, fe, conciencia, humildad, objetividad é intelecto para precisar cada uno adecuadamente.
Uno a uno tienen su propia función pero a la vez todos son uno mismo.

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